A veces, lo más desafiante es no preocuparse y simplemente hacer las cosas. Trabajar sin importar mucho las habilidades que tengamos en determinado momento y no tener una hoja de ruta haca el éxito puede traer varios descubrimientos. En tales casos, ¡no puedo evitar preguntarme si ser bueno es realmente importante!
Cuando trabajo en una pintura, rara vez trabajo en bocetos o estudios preliminares, y la pintura de este post no es una excepción. A medida que envejezco y voy acumulando oportunidades de comprender algunas cosas a lo largo de los años, me doy cuenta de que ese método de trabajo refleja mi ignorancia y pereza para esforzarme.
Antes de comprometerme a completar esta pequeña pieza, pasé mucho tiempo sin llevar ninguna pintura a su etapa final. Caí varias veces en el poso de la frustración, revisando múltiples lienzos y tablas, pintando capa sobre capa; me sentía como estar enredado en una telaraña.
Al mirar esta pintura, encuentro algunas cualidades que dirigen mi atención hacia el futuro. Creo que ahora si estoy más consciente de como organizar los elementos de composición con más cuidado a través del dibujo proporcionaría una definición más precisa, pero lo que es más importante es que con esta pieza, me siento estimulado por explorar más profundamente el por qué debo seguir creando a pesar de todo.