El tiempo no espera por nadie, y antes de que te des cuenta, te encuentras con responsabilidades y un bagaje emocional que obstruye tu creatividad. Con la situación actual de la pandemia que avanza sin fin a la vista, ¡no puedo evitar pensar en lo valioso que es el tiempo!
Cuando se trata de ser creativo, lamento las veces que permití que otros me desanimaran con sus críticas. Aun así, no culpo a nadie por mi frustración, y estoy agradecido por sus comentarios, ya que me ayudó a ser más crítico. No se me ocurre nada que se pueda lograr sin una visión crítica. De todos modos, una cosa que distingue al arte visual de otras labores es que ser crítico es solo una pequeña parte del panorama general.
Mirando en retrospectiva hacia mi versión de quince años, desearía poder darle un buen golpe en la cabeza y sacudir su confusión. Le diría que cada critica la tome con un grano de sal y, en cambio, se concentre en desarrollar su visión en lugar de detenerse en tecnicismos. Le diría que es mucho más importante resolver las cosas mientras las hace, en lugar de saber cómo antes de iniciar. Entonces, ¿qué pasa si las proporciones y los valores están mal?, ¿qué pasa si los bordes son afilados y todo parece plano?
Si sobrevivo esta pandemia, estoy decidido a dejarme llevar por lo que me parezca correcto. En esta etapa, ni siquiera me importa si la gente puede llamarlo 'arte', y eso ya en si, es muy liberador.