Al principio, mi proceso de creación de imágenes implicó mucha intuición, lo que innumerables veces me llevó perder mi dirección. Aunque extraño ese momento en que las imágenes aparecían sin esfuerzo, adherirme a conceptos básicos de diseño comenzó a darme resultados más substanciales. En este post, comparto tres principios que sigo al crear imágenes. Balance, tensión visual y armonía cromática.
Balance Visual
Este es un principio de diseño que comencé a digerir a través de la pintura y la historia del arte. Seguir la regla de tercios es una excelente manera de familiarizarse con esto, pero a veces puede ser limitante ya que tiende a dar resultados repetitivos. Intento encontrar el equilibrio en las composiciones no solo gestionando el espacio negativo, sino también dependiendo de alguna contraparte para añadir más substancia al sujeto principal que hay dentro del marco.
Tensión Visual
Liderar la atención del espectador y fijarla en un área específica es el resultado del uso de la tensión visual. Algunas formas de lograr la tensión visual dependen de contrastes entre luz y sombra, escala y distancia. La saturación también entra en juego cuando se trabaja con tensión visual, ya que afecta el valor tonal, la temperatura del color e incluso la repetición de elementos.
Armonía de Color
Armonía de Color El color (o la ausencia de color) a menudo puede convertir algo ordinario en extraordinario. Siempre tengo en mente seguir la teoría del color cuando quiero crear agregar expresión a cualquier imagen. La verdad es que me puede llevar toda una vida entender completamente el color, así que, mientras tanto, elijo mantener las cosas simples con opciones de color complementario y mezclas monocromáticas.
Esta es mi hoja de ruta para trabajar con imágenes. Tener estos pasos en cuenta me dan dirección y simplifican mi proceso, pero nada de esto lo tengo escrito sobre piedra, ni tampoco trato de incluir cada opción la vez. Cuando la intuición se desvanece, el diseño viene al rescate.